martes, 12 de mayo de 2009

Mitos Del Amazonia

El Tunchi.
Es un espíritu o fantasma que aparece en las noches oscuras. Su único placer es aterrorizar a la gente, quienes lo pueden reconocer por su peculiar y escalofriante silbido.
El Chullachaqui.
Duende de la selva que engaña a las personas para perderlos en la selva y transformarlos en Chullachaquis. Para lograr su cometido y atraer a su víctima, se suele transformar en una persona conocida o animal. La única forma de descubrirlo y escapar de su engaño es mirando su pie izquierdo, el cual tiene forma de una pata de cabra.
La Runamula (Del Quechua: "Runa" - Hombre, mujer o gente; "Mula" - Cruce de caballo y burro).
Cuenta la leyenda que cuando una mujer comprometida tenía relaciones prohibidas con un cura o misionero, ésta se convertía por las noches de luna llena en una bestia con cabeza y pechos de mujer y cuerpo de mula, que vagaba asustando con sus espeluznantes relinchos a los pobladores del pueblo o caserío. Los pobladores más valientes perseguían a la bestia para descubrir a qué lugar se dirigía cuando terminara el encantamiento, para así descubrir a la mujer infiel, la que era llevada donde un curandero para liberarla del hechizo mediante baños y ayahuasca.
El Yacuruna (Del Quechua: "Yacu" - Agua y "Runa" - Hombre, mujer o gente).
Es el espíritu más importante de los ríos y lagos de la selváticos. Es quien manda sobre todos los seres y espíritus del agua. Suele ser invocado para hacer el bien o el mal por los chamanes y curanderos en sesiones de ayahuasca. Se traslada por los ríos y entre en las cochas (lagunas) montado sobre un gran lagarto negro, adornado con cinturones y collares de boas y usando como calzado caparazones de tortugas "taricaya" o de "charapa".
El Bufeo Colorado.
Se dice que cuando el Delfín Rosado del Amazonas o, como lo llamamos en la Amazonía, Bufeo Colorado se enamora de alguna chica toma la apariencia de un hombre muy apuesto y se presenta a la fiesta donde está su amada y la enamora. El bufeo es muy atento con ella, visitándola siempre por las noches y dejándola antes de que amanezca. Al poco tiempo, la muchacha quiere estar todo el tiempo junto al río, tanto así que puede terminar arrojándose para estar siempre junto a su amado bufeo.
La Sirenita.
Siempre vive solitaria en las profundidades de los ríos, pero en busca de un compañero suele subir a la superficie de una playa solitaria en donde canta. Se dice que si algún hombre escucha su canto será atraído hacia el lugar donde está la sirenita y no podrá resistirse a sus encantos. El hombre dejará todo y se irá con ella para siempre, desapareciendo en el río.
El Ayaymama.
Una madre de una comunidad nativa, queriendo salvar a sus dos pequeños hijos de una mortal epidemia que diezmaba su comunidad, los llevó muy lejos en la selva y los dejó cerca de una quebrada con muchos peces y árboles frutales a su alrededor. Ellos comieron y se divirtieron todo el día allí, junto a la quebrada, pero en la noche empezaron a extrañar a su madre y partieron en su búsqueda perdiéndose en la selva. Llorando de pena y miedo deseaban ser aves para volar donde su mamá. El dueño del monte (selva) tuvo pena y los convirtió en avecitas. Volaron hasta su pueblo pero vieron que todos habían ya muerto. Desde aquel día no dejan de volar y al posarse en algún árbol hacen oír su lastimero canto "Ayaymama... ayaymama... ayaymama..."
El Urcututo.
El Urcututo es un búho de gran tamaño que vive en la copa de los árboles más grandes en la selva. La leyenda dice que algunos brujos "maleros" (los que hacen daño con sus hechizos) utilizan estos búhos para enviar dardos mágicos sobre una persona elegida para causarle algún daño. También utilizan a los urcututos como mensajeros y para espiar el lugar donde algún curandero realiza sesiones de ayahuasca para curar a una persona que el mismo brujo malero dañó. Es considerado por algunas personas animal de mal agüero, por otras de buena suerte.

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